Lamentablemente, siendo las 22 hs. del último día hábil del mes, me acaban de comunicar que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia decidió no renovar mi contrato tras nueve años de servicio.
Nueve años sosteniendo y hasta creando desde cero políticas públicas que fortalecieran a las organizaciones comunitarias de base como asociaciones civiles, fundaciones, clubes de barrio, cooperativas, cooperadoras de escuelas y hospitales.
Nueve años apostando a construir equipos donde cada unx pudiera aportar su expertise y sentir que estábamos transformando la realidad colectivamente.
Nueve años escuchando y tratando de ayudar a lxs compañerxs en cuanto problema se presentara, desde la asistencia con el uso de un sistema hasta la simple escucha en momentos de angustia.
Nueve años, entre ellos, dos de pandemia, donde las jornadas laborales terminaban a las 22 o a las 23 y uno se valía de sus propios recursos para seguir dando respuesta a todas las demandas.
Nueve años sin impostar nada para caerle simpático a las autoridades de turno, diciendo siempre desde dónde uno habla, cómo piensa y cuáles cree que son los verdaderos problemas que tiene la Argentina.
Nueve años recorriendo de Norte a Sur y de Este a Oeste nuestro maravilloso país, conociendo experiencias de vida muy valiosas y compartiendo momentos que siempre llevaré conmigo.
Nueve años que a la motosierra, que muchxs compatriotas votaron por hartazgo con la política tradicional, muy poco le importaron.
Elegí trabajar para el Estado porque quise aportar mi energía, mis pensamientos y mis capacidades para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo y no para engordar los bolsillos de un privado.
Me apena especialmente pensar en que muchxs amigxs, familiares o conocidxs puedan llegar a creer que esta decisión está justificada porque "no hay plata", porque somos ñoquis o porque somos innecesarixs para que el país salga adelante.
Comparto el dolor de todxs lxs trabajadorxs que perdieron su valioso laburo en estas semanas y apoyaré, como siempre, todas las decisiones sindicales que se adopten al respecto.
Con la firme convicción de que solo superaremos esta crisis con más Estado, con más política y nunca con menos, les dejo este testimonio de un nuevo argentino invadido de golpe por la libertad, junto a un gran y fraternal abrazo.